¿Sarpullido o alergia?

 

Para la gente en general, padres de familia y personal de salud no involucrado con las enfermedades de la piel,  no existen muchas diferencias entre “alergia” y “sarpullido”.

Sin embargo existen grandes diferencias que determinan cómo es que se enfrentará cada caso. Generalmente los niños, jóvenes y adultos atópicos están más predispuestos a cualquier problema de inflamación de la piel durante el verano, o luego de exposiciones prolongadas a elevadas temperaturas en el ambiente que los rodea, por ejemplo habitaciones muy abrigadas, escasa ventilación.

La piel regula la temperatura corporal produciendo  sudor, y si la exposición al calor  es muy prologada entonces las glándulas de sudor que se encuentran en todo el  cuerpo se inflamaran por el sobreesfuerzo, provocando que éstas se enrojezcan y piquen como señal de irritación. Si a este problema le agregamos el uso de jabones “normales” la condición del paciente niño-joven-adulto se complica.

A este panorama le agregamos la creencia de la gente que dice que no se puede usar ventilador porque “afecta los bronquios”. En zonas del norte muy calurosas, la gente acostumbra dormir en la puerta de la calle para ventilarse mejor, pero se exponen innecesariamente al zancudo kamikaze.

Entonces, qué debemos hacer? Pues todo lo contrario a los factores que provocan este problema del sarpullido: ropa ligera, no usar jabón sobre la piel inflamada, ventilar las habitaciones, más aún durante la noche, no consumir golosinas o colorantes o cítricos que alteran más la piel.

Recuerde, es el Dermatólogo el único Profesional de la Salud que puede manejar eficientemente estos problemas.