Emolientes
Son sustancias que aumentan la cantidad de agua en la capa más externa de la piel (estrato córneo), por lo que le dan suavidad a la misma. El término emoliente viene del latín “enmolier” que significa ablandar. Sus principales componentes son los lípidos, en una mezcla de agua y aceites.
Los lípidos contenidos en los emolientes pueden ser de origen animal (lanolina, derivado del aceite de lana de oveja), de origen vegetal (aceite de coco, de nueces), de origen mineral (aceites parafinados) o sintéticos (aceites siliconados sintéticos). Algunos emolientes contienen ceras (de abejas, ceras parafinadas).
Su acción se inicia de 30-60 minutos luego de aplicados y su efecto se mantiene alrededor de 4 horas, son evanescentes y de rápida absorción.
Poseen propiedades antiinflamatorias, antipruriticas (mejoran la picazón) y refrescantes.
Es el Dermatólogo, el especialista en piel, quien debe elegir el tipo de emoliente a ser usado para cada paciente según la patología a tratar, o según el tipo de mantenimiento que debe proporcionarse a la piel en cada región del cuerpo, además según la edad y ocupación del paciente.
Colaboración: Srta. Sandra Bellido Macedo. Alumna 9no ciclo Medicina Humana. UDCH.