La crioterapia, también llamada criocirugía, crioablación o terapia de crioablación dirigida, es un tratamiento mínimamente invasivo que usa un frío intenso para congelar y destruir un tejido enfermo, incluyendo las células cancerosas. Si bien los términos crioterapia y crioablación pueden usarse en forma intercambiable, el termino "criocirugía" se reserva mejor para la crioterapia realizada en forma quirúrgica y abierta.
Durante la crioterapia se hace fluir nitrógeno líquido o gas de argón dentro de un aplicador semejante a una aguja (una criosonda), creando un frío intenso que se pone en contacto con el tejido enfermo. Los médicos utilizan técnicas de guía por imágenes tales como el ultrasonido, la tomografía computada (TC) o la resonancia magnética (RM) para ayudar a guiar estas criosondas hasta los sitios de tratamiento ubicados dentro del cuerpo.
La crioterapia se usa para tratar: